Ha sido la noticia más destacada, y también más dolorosa, en la jornada de este lunes, 14 de abril: la muerte, a los 89 años, del Premio Nobel Mario Vargas Llosa. El peruano ha dejado desorbolada y rota de dolor a su familia; su exmujer, Patricia Llosa (80), sus tres hijos, Álvaro (59 años), Gonzalo (58) y Morgana (51) y siete nietos.
Tal y como avanza ¡HOLA!, este deceso era esperado en el entorno del literato, pues llevaba "una semana malito". Mario ha perdido la vida rodeado de su familia, quien va a cumplir todas sus voluntades. La más importante: ser velado e incinerado en la más estricta intimidad.
Eso sí, esto no ha sido óbice para que las inmediaciones de la casa de Vargas Llosa, en Barranco, Lima, se hayan llenado de medios de comunicación. Este lunes, los tres hijos del escritor han salido a la puerta de la que fue su casa para atender a la prensa. Quien ha decidido hablar ante las cámaras ha sido el primgénito de Mario y Patricia: Álvaro.
Álvaro Vargas Llosa, roto de dolor en el último adiós a su padre.
El ensayista peruano Álvaro Vargas Llosa ha asegurado este lunes que el fallecimiento en Lima a los 89 años de su padre, Mario Vargas Llosa, supone para Perú la pérdida de "uno de sus mejores hombres".
"No tengo otra cosa que decir que el Perú ha perdido a uno de sus mejores hombres y nosotros a un ser infinitamente querido a quien vamos a echar de menos", ha manifestado Álvaro Vargas Llosa en la entrada del edificio donde residía su padre, y donde hoy están velando su cuerpo en la más estricta intimidad.
El primogénito del ganador de premio Nobel de Literatura en 2010 ha pedido, a su vez, a los medios que se encontraban en la puerta y a los ciudadanos que respeten la privacidad de la despedida de su padre, quien no quiso ceremonias póstumas en su honor.
"Hemos acordado tratar de llevar este duelo en la intimidad, por eso estamos velando a mi padre en casa, en lugar de hacerlo en un lugar publico", ha agregado Álvaro. Por ese motivo, ha rogado a los medios "que respeten esa privacidad", lo que implica que van a "evitar hacer más declaraciones".
Morgana, de negro riguroso, saludando a la prensa.
Ha resaltado Álvaro el respeto a los medios, "al público y a las personas que han hecho llegar sus mensajes de afecto y de cariño". Desliza que les "queda el consuelo no solamente del extraordinario padre que fue, sino del hermoso legado que le ha dejado a Perú y al mundo".
Explica que han recibido mensajes de afecto y pésame de toda América Latina, Estados Unidos, Asia y Europa, tanto de personas como de instituciones, organizaciones y gobiernos.
"No puedo mencionarlos a todos porque son demasiados, pero quisiera transmitir la enorme gratitud de toda mi familia, de mi madre, Patricia, de (mis hermanos) Gonzalo, Morgana, y mi propia gratitud", concluye Álvaro.