Skara, Vadstena y los grandes lagos: Suecia antes de Suecia

El Castillo de Lacko a orillas del Lago Vanern.

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La caída de Roma y Pippi Calzaslargas tienen mucho más que ver que lo que podría aparentar. Y no tiene nada que ver la cosa con esa visión anarquista de la vida del mítico personaje creado por Astrid Lindrens y su oposición frontal al orden y la disciplina del Imperio. La cosa es mucho más retorcida. La ruta que parte desde Estocolmo a Gotemburgo recorre la Suecia rural enmarcada por los dos grandes lagos del país: el Vättern y el Vänern. Esta parte del país es de las más bonitas y desconocidas para hacer un viaje de los de verdad. La región de los lagos es un mosaico de paisajes agrícolas, pequeños pueblos y la omnipresencia de los dos espejos de agua, protagonistas absolutos del mapa del lugar. Aquí se conservan algunos de los rincones tradicionales más auténticos del país y también algunos puntos más importantes de su historia. Pero volvamos a Pippi Calzaslargas y a la caída de Roma. Pues bien, en esta zona nació Astrid Lindgrens, precisamente en la pequeña Vimmerby. Esta población rural de estanques y lagos está repleta de casas de madera del siglo XVIII y viejas granjas históricas. Es un lugar muy bonito de ver, pero para los suecos, este es el hogar de Pippi y el parque de diversiones Astrid Lindgrens es uno de los centros turísticos más visitados del país. (Aquí también se encuentra la Casa Museo Astrid Lindgrens).

Para encontrar la respuesta a esta pregunta a priori absurda hay que ir hasta la ciudad de Skara. Lo que hoy es una plácida ciudad de provincias fue el epicentro de uno de los primeros estados consolidados de Suecia a principios del siglo XI. Pero aún hay que irse más atrás en el tiempo. Entre estos dos lagos floreció uno de los pueblos que acabaría con el dominio de Roma sobre Europa. De aquí salieron los godos que dominarían, entre otras tierras del antiguo imperio, a la vieja Hispania. Muchos siglos más tarde esos mismos godos crearían la base de la Suecia Moderna. Y Skara fue su primera capital y el centro religioso más importante de esta parte del mundo tras el derrumbe de la vieja religión vikinga.

La Catedral de Skara (Järnvägsgatan, 1) fue uno de los símbolos de la implantación de la religión cristiana en los antiguos territorios de Thor, Odín y Freya. La antigua iglesia de madera fue sustituída por una de piedra de estilo románica en el XII; por otra gótica en el XIV y por otra neogótica en el XIX. Pero aún pueden verse huellas de todas ellas y un entorno de edificios barrocos de gran belleza que pone de manifiesto la importancia del lugar. El Västergötlands museum (Stadsträdgården, 532) es la segunda de las grandes referencias culturales e históricas de la ciudad. Aquí se custodian algunos de los tesoros más importantes de la arqueología sueca: los más notables son los Escudos de bronce de Fröslunda, una colección de escudos del siglo XII A.C. que nos lleva directamente a la génesis de esos pueblos que viajaron hacia el sur arrasando los despojos de una Roma en decadencia. La terna de lugares históricos que ver en Skara se completa con el Fornby Friluftsmuseum (Stadsträdgården, 532), un centro cultural donde se conservan varios edificios de madera de los siglos XVII y XVIII y que completan este recorrido histórico por los orígenes y tiempos de ‘gloria’ de la ciudad.

Los alrededores de Skara están llenos de puntos de interés histórico. Quizás el más relacionado con los orígenes del pueblo godo sea Norra Lundby. El elemento más visible de este pueblecito de apenas una docena de casas y granjas es su iglesia medieval del siglo XII; el más curioso es el Museo Opel abierto a golpe de ilusión por un fanático de la marca alemana. Pero volviendo al tema de los godos, aquí puedes ver una necrópolis de la Edad del Hierro con varias docenas de tumbas naviformes que nos lleva a esos tiempos de los ‘pueblos bárbaros del norte’. La importancia de estas tierras se puede ver por la gran cantidad de grandes edificios históricos y religiosos que atesoran. Otro lugar de referencia para toda Suecia es el Varnhems klosterkyrkan -Monasterio de Varnhems- (Varnhems klosterkyrka, 532) uno de los grandes centros religiosos del país. Este fue uno de los centros religiosos más importantes de aquel primer estado godo de los siglos XI y XII y de la Suecia moderna anterior a la reforma luterana. Hoy es uno de los mejores edificios románicos del norte de Europa y sus naves medievales están repletas de obras de arte que cubren un lapso de tiempo que va desde la Edad Media al Barroco. 

Lidköping, la capital del Lago y de la porcelana.- Lidköping es la gran ‘ciudad’ de esta comarca y también la mejor manera de disfrutar del Lago Värner. Esta localidad es famosa en toda Suecia por su Fabriksgatan (Marianne Westmans plats, 2) la más importante y antigua fábrica de porcelana del norte de Europa. Esta factoría funciona desde el siglo XVIII y aún hoy cuenta con clientes de la talla de la Fundación Nobel o varias casas reales europeas. La parte más antigua de la fábrica es la sede del Rörstrand Museum AB que hace un repaso a la historia de la marca. Lo de la cerámica está muy bien, pero a nosotros nos fascinó el Vänermuseet (Framnäsvägen, 2), un centro dedicado al Lago Värner y a su relación con las gentes del lugar a lo largo de los milenios. Este museo es una mezcla de sala de arqueología, museo etnográfico y centro de interpretación natural (tiene hasta un acuario). Es una delicia y un ejemplo de cómo hacer las cosas bien. Un lugar donde el lago y sus gentes se tratan de manera integral. 

La ciudad tiene otras cosas que ver y es la mejor opción para alojarse si se piensa pasar un par de días por la región. El río Lidan divide la población en dos: el burgo medieval, o Gamla Staden, está al este y la Ciudad Nueva -Nya Staden-, que se construyó en el siglo XVII al oeste. Pero se da aquí una paradoja curiosa. La ciudad vieja se quemó hasta los cimientos en el siglo XIX y es ahora la ciudad nueva la que está llena de edificios históricos. El edificio más bonito de ver es el Gamla Radhuset -viejo ayuntamiento- (Nya Stadens torg), un antiguo torreón defensivo rodeado por una construcción de madera que se mantiene intacta desde el XVII. Más románico.- En el barrio de Råda, a pocos kilómetros del centro de Lidköping puedes ver otra de esas joyas del románico sueco que sobrevivieron a la piqueta de la reforma protestante. La Iglesia de Råda (Råda Åsledet) es pequeñita pero muy linda de ver.

El castillo de Läckö (531 99 Lidköping).- Para llegar a la Isla de Kållandso hay que tomar una pequeña carretera que parte de Lidköping y que sube hacia el norte en paralelo a las aguas del Vänern. Antes de llegar al pequeño puente que une el ‘continente’ con la isla  tienes que hacer una parada en la pequeña Sonnerberg. Aquí te vas a encontrar una de esas joyas inesperadas que surgen de los lugares más humildes que puedas imaginar. Apenas cuatro casas atesoran la pequeña Iglesia de Sonnerberg (N, 531 98), una pequeña joya del siglo II que guarda en su interior obras de arte sobresalientes. Las más antiguas son los frescos que adornan su coro y la más moderna. Es un lienzo del mismísimo Van Dyck, uno de los grandes pintores del arte flamenco. El punto culminante de esta excursión desde Lidköping es el Castillo de Läckö, una de las fortalezas medievales más importantes de toda Suecia. Los orígenes de este castillo imponente se remontan al siglo XIII pero su aspecto actual data de algunas centurias más tarde. Este es uno de los monumentos más importantes de Suecia desde el punto de vista arquitectónico e histórico, ya que jugó un papel importante en la Reforma del siglo XVI, un proceso que no sólo supuso la entrada de Suecia en la órbita del cristianismo protestante, sino que también confirmó la independencia del país frente a la hegemonía danesa en Escandinavia.

Vadstena, la ciudad del Vättern.- Al igual que su ‘hermana’ del Vänern, Vadstena tiene un lugar de centralidad en la historia reciente de Suecia. Esta región de los lagos se interpone entre la costa oeste del país (Goterborg-Malmo) y el acceso al eje Estocolmo-Upsala, lo que la convierte en uno de los puntos estratégicos más destacados de la defensa del país. Vadstena tiene un lugar de importancia en el nacionalismo sueco gracias a su Castillo (Hamngatan, 4) que jugó un papel de centralidad en las guerras contra los daneses. Aquí entra en juego uno de los héroes nacionales del país: Briger Magnusson, fundador de Estocolmo en el siglo XIII a cuya familia pertenecían estas tierras. La espada y la cruz. Un siglo después llegaría al lugar Brígida de Birgersdotter (Santa Brígida) para fundar un monasterio que lleva su nombre y que es de los más grandes e importantes del país (Myntbacken, 2). En estas idas y venidas de guerreros y santas místicas (porque Santa Brígida es una de las grandes damas del misticismo medieval europeo) la fortaleza se convirtió en residencia real para adquirir el porte de palacio fortificado que puede verse en nuestros días.

Los días de gloria de Vadstena pueden verse en sus calles y plazas. La Plaza Rådhustorget ejerce de pequeño corazón de la ciudad antigua acumulando algunos de los puntos de interés más importantes de la población: el Rådhuset -Ayuntamiento- y el Engelbrektshuset, vieja residencia de otro héroe de la independencia sueca -Engelbrekt Engelbrektsson- convertida hoy en un museo de historia. Pese a su pequeño tamaño, Vadstena tiene un número importante de edificios históricos. Quizás el más notable a parte de los ya mencionados es el Rödtornet -Torreón Rojo- (Storgatan, 31), la última huella de la antigua Iglesia de San Pedro del siglo XV. Este torreón de ladrillos es una muestra magistral del gótico norteeuropeo.

 Fotos bajo Licencia CC: David J; Greger Ravik; Willem van Valkenburg; Vandra på Kinnekulle; Guillaume Baviere

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